Descubre las 7 claves que te ayudarán a cuidar
tus ojos sensibles cuando más lo necesitan

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El ojo sensible es una afección que padece gran parte de la población. Aquí os proponemos una serie de hábitos para ayudaros a cuidar vuestros ojos sensibles.

1

Evita el estrés

Las ojeras, la vista cansada o una mirada apagada son claro reflejo del estrés diario. Para rebajar la tensión acumulada en los músculos que rodean los ojos, puedes realizar masajes mediante leves presiones alrededor de los ojos o sobre ellos con la yema de los dedos, hacer pausas de cinco minutos cada hora de trabajo y practicar ejercicios de cambio de enfoque o de relajación muscular.

2

Protege tus ojos del sol

Además del líquido lacrimal, las cejas y las pestañas son la protección natural más importante de nuestros ojos, pero la exposición solar las agrede. Por este motivo, es importante utilizar gafas de sol con filtro ultravioleta siempre que expongamos los ojos al sol.

3

Limpia bien tus ojos día y noche

La limpieza debe ser el primer paso en la rutina del cuidado diario de tu piel. Limpia (y desmaquilla) tus ojos cada mañana y noche para eliminar la suciedad, la piel muerta y la grasa sebácea y preparar la piel para la aplicación de cremas y tratamientos. Y recuerda: si tienes los ojos sensibles, utiliza una gasa o disco de algodón diferente para cada ojo, lávalos siempre de dentro hacia fuera y evita compartir toallitas o pañuelos.

4

Utiliza solo productos específicos

Usa productos de alta tolerancia testados bajo control dermatológico y oftalmológico. Sus ingredientes minimizan el riesgo de irritaciones y alergias, ya que son hipoalergénicos, no tienen perfumes ni tensoactivos y su pH es idóneo para el cuidado de los ojos. Además, recuerda utilizar productos específicos para ojos sensibles.

5

Limpia bien los pinceles y no los compartas

Los pinceles y otros utensilios de maquillaje pueden esconder suciedad que irá a parar directamente a tus ojos sensibles y provocará una reacción no deseada. Límpialos regularmente con jabón neutro y agua tibia abundante. También puedes aplicar la base directamente con los dedos limpios, evitando brochas y esponjas, no te acerques al lagrimal con el lápiz delineador y quítate las lentillas antes de desmaquillarte.

6

Cuida tu alimentación

Los alimentos ricos en vitamina A (tomates, espinacas, yema de huevo y verduras de color), vitamina C (cítricos, grosellas, fresas, kiwi, pimiento verde o coliflor) y vitamina E (manzanas, aguacates, ciruelas, melones, plátanos o espárragos) contribuyen a cuidar tu salud ocular y previenen la aparición de enfermedades asociadas al envejecimiento.

7

Mantén tus ojos hidratados por dentro y por fuera

Una de las patologías más comunes relacionadas con el ojo sensible es el ojo seco. Para evitarlo es recomendable ventilar los ambientes correctamente, no exponerse a corrientes de aire y, si es necesario, utilizar humidificadores. No olvides beber la cantidad de agua recomendada y, si trabajas frente al ordenador, realiza pausas regulares y procura parpadear a menudo. Si aun así sufres ojo seco, puedes recurrir a soluciones individuales de lágrima artificial.

Ya lo sabes, si quieres mantener tus ojos sensibles cuidados y sanos, incluye estos hábitos en tu rutina. En poco tiempo, notarás los resultados.