¿Qué es el ojo seco y cuáles son sus síntomas?

El síndrome del ojo seco causa irritación, escozor, enrojecimiento y provoca sensación de cuerpo extraño en la superficie ocular

En muchas ocasiones sufrimos en nuestros ojos escozor, irritación o lagrimeo excesivo. Muchas veces estos síntomas están relacionados precisamente con un síndrome que contradictoriamente se basa en una inadecuada lubricación ocular.

Nuestro organismo intenta protegerse aumentando la producción de lágrimas. Este desequilibrio provoca la típica sequedad y escozor ocular propia del ojo seco.

El síndrome del ojo seco se trata de un término que engloba diferentes patologías y alteraciones que producen una incorrecta lubricación del ojo y sequedad en la superficie ocular.

Es una de las causas más frecuentes de consulta al oftalmólogo siendo muy común y pudiendo llegar hasta el 20% de la población.

Afecta a toda la superficie ocular, los párpados, la película lagrimal, la conjuntiva y a la córnea.

El síndrome comprende diferentes alteraciones en la producción de la lágrima: baja cantidad, mala calidad, o bien, exceso de evaporación de la misma.

¿Por qué se produce?

Edad: el paso del tiempo está directamente relacionado con el envejecimiento celular fisiológico. Esto comporta una reducción de la producción de lágrimas. Entre los 10 y 40 años, dicha producción se reduce un 50%.
Infecciones: Conjuntivitis o úlceras corneales, cuya curación puede producir cicatrices que contraen el tejido.
Tabaco: Produce sequedad ambiental y vasoconstricción tisular, interfiriendo en la lubricación ocular.
Factores externos o ambientales: Lentes de contacto, la exposición UV, el viento o el cloro pueden provocar irritación o favorecer la evaporación de las lágrimas.
Disminución del parpadeo: La lectura excesiva sobre todo en pantallas de ordenador o similares, reduce el reflejo fisiológico con el que renovamos la película corneal con la producción lacrimal.
Fármacos: Ansiolíticos, antidepresivos, anticonceptivos o antihistamínicos pueden producir alteración de la superficie corneal leve pero que afecta a la lubricación de la misma.
Asimismo, las alteraciones hormonales en el embarazo o en la menopausia pueden producir cambios en la producción de la lágrima.
Los cosméticos y las cremas de limpieza: pueden provocar irritación y alterar la composición normal de la lágrima.
Enfermedades sistémicas: Síndrome Sjögren, el Lupus eritematoso o la Artritis reumatoide son patologías que suelen acompañarse de sequedad ocular.

¿Qué síntomas provoca?

El síndrome del ojo seco causa irritación, escozor, enrojecimiento y provoca sensación de cuerpo extraño en la superficie ocular, además de fatiga o pesadez en los párpados o lagrimeo excesivo.

Aunque pueda resultar contradictorio, el aumento del lagrimeo se debe a una inadecuada e insuficiente lubricación ocular.