¿Sabías que cada año tienes que revisar la tensión ocular?

La tensión ocular o presión intraocular (PIO) es la presión ejercida por los fluidos que componen el ojo sobre el mismo. Como presión que es, se mide en mm de Hg (milímetro de mercurio) gracias a un aparato llamado tonómetro. Los valores normales de presión intraocular deben oscilar entre 10-21 mm de Hg, si está por encima de 21mm de Hg la consideramos alta y se conoce como hipertensión ocular.

¿Qué ocurre si tenemos la presión o tensión ocular elevada?

Al tener valores que superen los límites superiores, somos más propensos a sufrir glaucoma. No por ello es 100% seguro que una PIO elevado conlleve a glaucoma, , pero si aumentan las posibilidades y debemos llevar un control más exhaustivo de la misma, con mediciones más próximas en el tiempo.

¿ Pero…qué es el glaucoma?

El glaucoma es una enfermedad visual que cursa con daño del nervio óptico y pérdida de visión del campo visual, debido a un aumento de la tensión ocular.

Cuando se desarrolla glaucoma la visión periférica es la primera en sufrir los estragos de la enfermedad y si no se trata puede acabar atacando al campo de visión central, sin posibilidad de revertirse el daño causado al nervio óptico. De ahí la importancia de realizar controles todos los años sobre la presión intraocular, ya que el glaucoma se desarrolla por esta alta tensión ocular mantenida en el tiempo. y si se trata a tiempo es posible controlarla y frenarla (no curarla)

Otro factor a tener en cuenta en la prevención del glaucoma, es la utilización de colirios o pomadas oftálmicas sin supervisión médica, ya que algunos contienen en corticoides, y si somos propensos a tener hipertensión ocular, podrían agravarla con el consecuente desarrollo del glaucoma. Por lo que frente a cualquier problema ocular, lo más recomendable es visitar al oftalmólogo, para que diagnostique el proceso y como rutina, medirá nuestra tensión ocular, para poder instaurar con seguridad un tratamiento farmacológico a seguir.

Por lo que todos los años deberíamos llevar un control de la presión intraocular, bien visitando al oftalmólogo, el cual nos realizará un examen exhaustivo de la visión, o al óptico, el cual cuenta también con la formación e instrumentos necesarios para detectar cualquier desviación de los niveles normales y desviarnos al médico especialista.