Tratamiento para la blefaritis

La blefaritis es una afección periocular crónica o permanente. Esto significa que no existe una cura definitiva para ella, pero sí un tratamiento que permite controlarla. Sin embargo, para obtener unos buenos resultados y lograr mantener tus síntomas a raya, tendrás que ser constante y cumplir correctamente una serie de medidas terapéuticas.

Los pilares fundamentales del tratamiento de la blefaritis son:

  • Cumplimiento de las medidas higiénicas.
  • Aplicación de compresas calientes.
  • Masaje de los párpados.

Sigue estas medidas higiénicas

Para el tratamiento de la blefaritis es esencial que sigas escrupulosamente una serie de medidas higiénicas destinadas al cuidado de los párpados:

Limpieza diaria: realiza una limpieza exhaustiva en la zona de los párpados. Es muy importante realizar la limpieza de forma diaria y no solamente cuando la blefaritis está presente de forma aguda ya que así prevenimos su aparición. Además. debemos realizar la limpieza con productos específicos para ojos sensibles.
Productos específicos: tanto la limpieza, como ya hemos mencionado en el apartado anterior, cómo los productos de tratamiento o maquillaje, deben ser específicos para ojos sensibles ya que están testados oftalmológica y dermatológicamente. Así estaremos cuidando la piel de nuestro párpado además de evitar productos agresivos que puedan agravar la patología.
Medicación: en algunos casos, además, te podrás beneficiar del uso de pomadas antibióticas y esteroides tópicos.

Aplícate compresas calientes

Una técnica tan sencilla como la aplicación de compresas calientes sobre tus párpados es otro de los pilares del tratamiento de la blefaritis. Para ello, procede del siguiente modo: dobla varias veces una gasa limpia, colócala debajo del grifo del agua caliente o caliéntala con una plancha o secador y, cuando haya alcanzado la temperatura adecuada (no es necesario que esté muy caliente, solo algo más que la temperatura corporal), aplícala sobre tus párpados cerrados.

Realiza esta maniobra por las mañanas, al acostarte o incluso durante el día, si lo consideras necesario. De esta manera, lograrás que el calor que se transmite a la grasa que contienen las glándulas de Meibomio la haga más fluida y esto facilitará su salida al exterior.

La aplicación de compresas calientes es el paso previo para el siguiente punto del tratamiento de la blefaritis: el masaje de los párpados.

 

Masajea tus párpados

El simple parpadeo espontáneo es importante, ya que ejerce una presión suficiente para que la grasa de las glándulas de Meibomio se conduzca hasta el borde libre del párpado. Por tanto, puedes repetir un simple parpadeo forzado varias veces al día como medida de higiene.

La técnica de masaje de los párpados es variable. El método más sencillo es hacerlo con el pulpejo de los dedos del siguiente modo:

Párpados superiores: con los ojos cerrados, frota el párpado superior móvil con los dedos en dirección descendente o circular.
Párpados inferiores: con los ojos abiertos o cerrados, presiona el párpado inferior desplazándolo en dirección ascendente (hacia el borde libre de las pestañas).

Ejerce una presión moderada sobre los párpados, sin llegar a sentir dolor en ningún momento, pero la suficiente para que llegue a las glándulas de Meibomio. A veces, al realizar estos masajes, observarás cómo aparece la grasa en los orificios de estas glándulas.

Debes repetir los masajes varias veces al día de forma fija (por las mañanas al levantarte y al acostarte por las noches) o bien de manera eventual, cuando sientas sequedad ocular, en ambientes resecos por aires acondicionados o corrientes de aire, o cuando puntualmente notes que requieres un extra de lubricación en tu superficie ocular.

Si sigues estas sencillas pautas y eres constante, lograrás mantener tu blefaritis bajo control y prevenir las recurrencias.