Zonas periocular

 

partes del párpado

Los párpados son dos repliegues de la piel (uno inferior y otro superior) que cierran las órbitas oculares. Constituyen el «escudo» de los ojos, son su primera barrera mecánica de protección.

 

Funciones del párpado:

Los párpados ejercen las siguientes funciones:

  • Evitan la desecación.
  • Protegen de los traumatismos.
  • Renuevan la película lagrimal y eliminan sustancias tóxicas y de desecho a través del parpadeo.

Las Partes del párpado:

Los párpados se componen de: piel, músculo, capa fibrosa o tarso y conjuntiva. Veamos a continuación en detalle cada uno de estos elementos.

  • La piel: 

La piel de los párpados es la más fina de nuestro organismo (0,6-1 mm) y está compuesta por dos capas: la epidermis y la dermis. En el párpado superior encontramos el surco palpebral superior, también llamado línea de belleza. Esta piel se puede ver afectada por las mismas enfermedades autoinmunes que afectan al resto de la piel de nuestro organismo, así como por diversas enfermedades dermatológicas.

  • El músculo orbicular:

Bajo la piel de los párpados se encuentra el músculo orbicular. Tiene tres porciones: una pretarsal encargada del parpadeo, y las porciones preseptal y orbitaria, encargadas del cierre forzado del párpado y del cierre durante el sueño. El músculo orbicular participa del drenaje de la película lagrimal desde la superficie ocular.

  • El tarso:

El tarso es una lámina de tejido conectivo denso que constituye el «esqueleto» del párpado. En su interior se encuentran las glándulas de Meibomio, que producen la secreción sebácea que forma la capa lipídica de la película lagrimal. Esta es importante porque impide la evaporación de la lágrima y tiene función defensiva frente a las bacterias.

  • La conjuntiva:

La conjuntiva es una membrana que cubre la parte posterior de los párpados. Es muy susceptible a traumatismos, infecciones y alergias, y si se inflama se puede producir una conjuntivitis.

 

El parpadeo

El parpadeo cumple diversas funciones:

Redistribuye la película lagrimal.
Promueve la secreción de las glándulas lagrimales accesorias.
Bombea el exceso de lágrima hacia el saco lagrimal.

La frecuencia normal de parpadeo es de 10-12 veces por minuto y aumenta en condiciones de mayor evaporación, como la producida por corrientes de aire y en ambientes secos por el aire acondicionado. Por el contrario, cuando pasamos tiempo leyendo, trabajando frente al ordenador o conduciendo, la frecuencia del parpadeo disminuye, al tiempo que aumenta la evaporación de la película lagrimal, lo que provoca síntomas de ojo seco.

 

El borde libre palpebral y las pestañas

Cada párpado tiene dos bordes: uno libre y otro adherente. El borde libre palpebral es la zona de transición entre la piel de los párpados y la conjuntiva tarsal.

Por su parte, las pestañas se organizan en dos o tres filas en el margen externo del borde libre palpebral. Tenemos alrededor de 150 pestañas en el párpado superior y unas 75 en el inferior. Las pestañas son capaces de detectar ligeros estímulos táctiles que desencadenan el reflejo del parpadeo. Además, desempeñan una importante función de protección mecánica y lumínica de los ojos. A causa de diversas alteraciones inflamatorias del borde libre palpebral, las pestañas pueden sufrir distintas afecciones, como la despigmentación (poliosis) y la pérdida (madarosis).

Por último, asociadas a los folículos de las pestañas se encuentran las glándulas sebáceas de Zeis y las glándulas sudoríparas de Moll. La secreción de las glándulas de Zeis contribuye a la lubricación del borde libre palpebral y su inflamación por causa bacteriana da lugar a los temidos orzuelos.