6 ejercicios para conseguir unos ojos relajados
y más reactivos al enfoque

Los efectos de la fijación prolongada de la mirada en nuestra salud ocular pueden mejorar mediante la realización de diferentes ejercicios.

Los efectos de la fijación prolongada de la mirada en nuestra salud ocular pueden mejorar mediante la realización de diferentes ejercicios. Están orientados a ayudar a disminuir el efecto que la presbicia o vista cansada produce sobre nuestros ojos por el envejecimiento natural.

Por ello os proponemos una serie de ejercicios oculares que incorporar a vuestra rutina diaria y con los que relajar y descansar la musculatura ocular. Así conseguiremos reducir el esfuerzo visual que supone la fijación excesiva de la mirada por el uso tan habitual de pantallas en nuestra vida profesional y personal.

Esta rutina de ejercicios oculares te llevará unos pocos minutos al día y si logras llevarla a cabo de forma habitual conseguirás unos ojos relajados y más reactivos al enfoque.

Te recomendamos que realices descansos frecuentes cada 15 minutos y que mantengas la distancia adecuada de lectura. Prueba los siguientes ejercicios para conseguir relajar y tonificar la musculatura de tus ojos:

1Desvía la mirada hacia otros puntos: cuando inicies el descanso, deja de focalizar la mirada en la pantalla o en los textos que estás leyendo. Este simple gesto consigue relajar de forma instantánea la musculatura, que ha estado fija durante todo ese tiempo.

2Fija la mirada en un punto lo más distante posible durante 5-10 segundos: aunque parezca que hacemos el mismo movimiento que mientras trabajamos, no es así. El ojo cambia el enfoque de cerca a lejos y la musculatura debe adaptarse a ese nuevo campo. La nueva contracción obliga a la relajación del grupo muscular que más ha fijado el ojo.

3Intenta mirarte la punta de la nariz: primero, con los dos ojos y, posteriormente, de forma unilateral. Así, forzamos al ojo a utilizar la musculatura lateral, que no se usa en la lectura o la visión por la pantalla. No lo hagas más de 10-15 segundos sin descansar la vista.

4Dibuja círculos: ahora que ya hemos descontracturado las musculaturas interna (medial) y externa (lateral), con este ejercicio conseguiremos que trabajen de forma encadenada y secuencial. Inicia con un lado y prosigue con el otro.

5Combina cerca-lejos: centra tu mirada en un objeto o detalle cercano y posteriormente abre tu campo visual lo más posible. Lo ideal es combinar estos descansos con una pequeña salida a un entorno abierto, donde el ejercicio aumenta su eficacia.

6Dibuja un ocho: el último ejercicio es el más completo. Lo que se pretende con él es que de forma bilateral utilices toda tu musculatura ocular. Centra tu visión en el suelo y dibuja la silueta de un ocho. A medida que tengas más práctica, si lo consigues, prueba a realizar el mismo ejercicio, pero en una estructura o plano lejano. Así conseguimos ejercitar el control del movimiento de los ojos.

Por último, asocia estos sencillos ejercicios a una limpieza ocular suave cuando realices un descanso. Así conseguirás relajar y tonificar la musculatura y disminuirán los síntomas de enrojecimiento y entumecimiento de tus ojos.

Por último, cabe recalcar que los ejercicios oculares no pueden resolver defectos refractivos como la miopía, la hipermetropía o el astigmatismo, ni tampoco la presbicia o vista cansada. Sin embargo, sí pueden disminuir los síntomas que la presbicia produce sobre nuestros ojos, como son el enrojecimiento, el prurito o la sensación de cuerpo extraño.