Debemos estar alertas ante las afecciones que puedan sufrir nuestras cejas y pestañas

Las cejas y pestañas no solo cumplen una importante función estética. Además, ayudan a proteger los ojos del sudor, evitan la entrada de agentes externos como el polvo y regulan la intensidad de la radiación solar que reciben nuestros ojos. Por todo ello, debemos estar alertas ante las afecciones que puedan sufrir con el objetivo de atajarlas lo antes posible. A continuación veremos de cuáles se trata:

Triquiasis

La triquiasis se caracteriza por un crecimiento en dirección incorrecta de las pestañas hacia atrás (hacia el globo ocular). El roce de las pestañas con la córnea acaba causando sensación de cuerpo extraño, erosiones e irritación ocular. Las opciones de tratamiento son varias, según cada caso: depilación con pinzas, electrólisis, crioterapia, ablación con láser de argón e incluso cirugía en casos complicados.

Distiquiasis

Como la triquiasis, se caracteriza por una dirección incorrecta de las pestañas hacia el globo ocular, pero en este caso el nacimiento de las pestañas también es incorrecto (se forman varias hileras accesorias de pestañas que nacen a partir de los orificios de las glándulas de Meibomio). El tratamiento es similar al de la triquiasis.

Ptosis de las pestañas

En la ptosis las pestañas están desviadas hacia abajo formando una cortina delante de la pupila y está provocado por una laxitud del músculo del párpado.El tratamiento en muchas ocasiones es quirúrgico.

Tricomegalia

La tricomegalia es un crecimiento excesivo de las pestañas, debido a diversas causas: medicamentosas, desnutrición, sida, porfiria, hipotiroidismo o por herencia familiar.

Madarosis

La madarosis es una disminución en el número o la pérdida total de las pestañas. Sus principales causas son: enfermedad crónica del borde palpebral, tumores infiltrantes, quemaduras, alopecia generalizada, psoriasis, lupus, sífilis, etc.

Poliosis

La poliosis es un blanqueado prematuro localizado del pelo, que puede afectar a las pestañas y a las cejas. Algunas de sus causas son: blefaritis anterior crónica, síndrome de Vogt-Koyanagi-Harada y vitíligo.

Alopecia

La alopecia es la pérdida de los folículos pilosos (pelos). Por tanto, puede afectar a cualquier zona del cuerpo que los contenga, incluidas las cejas y pestañas. El pronóstico de la enfermedad depende, en gran medida, de si nos encontramos frente a una alopecia cicatricial (y, por tanto, definitiva) o no.

Formas más frecuentes de alopecia:

  • Alopecia androgenética: También conocida como calvicie común, es una pérdida lenta del cabello que aparece con la edad y es más frecuente en los hombres. Se debe a la acción de los andrógenos sobre los folículos pilosos. Los tratamientos más eficaces son: el minoxidil, un vasodilatador que se aplica de forma tópica sobre el cuero cabelludo, y el finasteride, un medicamento antiandrogénico oral.
  • Alopecia areata: Se denomina así porque los pelos se caen en forma de placas o monedas. Se trata de una enfermedad de origen autoinmune y es reversible. En el 90 % de los casos la evolución es la curación con o sin tratamiento.
  • Efluvio telógeno agudo: Se trata de una caída de cabello rápida y extensa, pocos meses después de una causa conocida, como puede ser: parto, dietas de adelgazamiento estrictas, enfermedades importantes, infecciones con fiebre, medicamentos, intervenciones quirúrgicas o situaciones de estrés. Afortunadamente, en casi todos los casos la caída se detiene muy pronto y el cabello vuelve a crecer en pocos meses.
  • Efluvio anágeno agudo: Es una pérdida de cabello muy extensa y brusca, que aparece pocos días después de ciertas enfermedades, el uso de determinados fármacos, intoxicaciones y exposición a radiaciones.
  • Alopecias cicatriciales: Son alopecias irreversibles, que se producen por enfermedades del cuero cabelludo.