Disminuye los síntomas de los párpados irritados
con estos consejos

tratamiento parpados irritados

No hay nada que moleste más que sentir nuestros párpados irritados, con signos de inflamación, quemazón o prurito. Aprender cómo tratar tus ojos para disminuir estos síntomas y combatirlos es importante para mantener la salud de tus ojos.

Sabemos que el párpado es una estructura que protege el ojo y mantiene un nivel de humedad adecuado para la correcta fisiología de la visión. Para ello, requiere un continuo movimiento de apertura-cierre con el que consigue que las lágrimas mantengan la capa más superficial del ojo (córnea) adecuadamente húmeda. La piel que los recubre, para adaptarse a esta mecánica, es muy elástica y extremadamente fina y sensible. De modo que no es de extrañar que cualquier alteración produzca una reacción sensible y que padezcamos de forma inmediata sus consecuencias a modo de síntomas bastante molestos.

Posibles Causas de la irritación en los párpados:

La irritación de los párpados puede estar asociada a:

Abrasión de la córnea.

Alergias.

Blefaritis.

Chalazión y orzuelo.

Hemorragia subconjuntival.

Obstrucción del conducto lagrimal.

Ojo seco.

Pingüécula y pterigio.

Queratitis fúngica.

Queratitis herpética.

Sin embargo, la causa más frecuente de irritación ocular se denomina blefaritis y se suele producir por un déficit de higiene dirigida.

Un exceso de pérdida de lágrima o de oclusión del lacrimal, por ejemplo el producido por el apoyo mantenido en la almohada, es suficiente.

Otras causas muy frecuentes de irritación palpebral son la dermatitis atópica (por la presencia de un elemento que provoca una reacción alérgica en nuestra piel), la rosácea o más raramente alguna enfermedad del tejido conectivo.

¿Cómo lo podemos tratar?

Si bien lo importante es encontrar la causa subyacente, os recomendamos detectar qué sustancia provoca la reacción irritativa: el denominado alérgeno.

Al proceso irritativo que se origina lo llamamos «sensibilización» y se manifiesta cada vez que la sustancia (alérgeno) contacta de nuevo con la piel, en este caso, con el párpado. 

 ¿Dónde buscamos?

Os aconsejamos revisar la mayoría de los cosméticos de aplicación facial y para el contorno de ojos, ya que se pueden dar reacciones cruzadas con otros elementos químicos.

Por tanto, hay que buscar sustancias que puedan llegar al párpado y esto incluye cualquier producto o elemento exterior con el que establezcáis relación directa con la aparición de la reacción.

Así, la irritación puede ser debida a la aplicación directa, y aquí incluimos cosméticos en general (hidratantes, descongestionantes de bolsas, sombras de ojos, máscaras de pestañas, rímel…), o bien indirecta, a través de los dedos (por sustancias tóxicas o alérgenas usadas sin la debida protección de guantes, como por ejemplo algunas lacas de uñas o endurecedores).

La clave: la prevención

1 Higiene ocular: una higiene ocular diaria es fundamental para preservar la salud de nuestros ojos y párpados. La limpieza de los ojos debe realizarse con productos que respeten la sensibilidad de la estructura palpebral.

2 Retirada de productos: todas las sustancias sospechosas de provocar síntomas de irritación deben ser retiradas. En el caso de que la limpieza suave no sea suficiente, solo está permitido el uso de vaselina estéril sin perfume (nunca sensibiliza), para aportar la hidratación necesaria para su recuperación. También podemos utilizar un corticoide suave de mediana potencia 5-7 días para ayudar a disminuir la inflamación.

3 Usar tratamientos que respeten nuestra salud ocular: os recomendamos que, si utilizáis algún producto, siempre tenga una combinación de elementos químicos de origen vegetal hipoalergénicos que respeten la estructura palpebral.