¿Cómo tratar la dermatitis atópica?

La dermatitis atópica es una enfermedad crónica, que aparece en la piel causando picor, sequedad, enrojecimiento y descamación. Su aparición está relacionada con una reacción alérgica, ya que en la dermatitis atópica los niveles de IgE están elevados (al igual que ocurre cuando hay alergia). Este dato concuerda con el hecho de que la mitad de las personas con dermatitis atópica, además desarrollan asma.

En la dermatitis atópica toda la piel del cuerpo está afectada, también la de los párpados. De hecho, la dermatitis de los párpados constituye un proceso inflamatorio frecuente, ya que la piel que los recubre es especialmente susceptible a la acción de agentes irritantes y/o alergénicos.

Cómo diferenciar una dermatitis atópica en los ojos

La piel de los párpados es sumamente delgada, contiene poca cantidad de grasa y muchos vasos sanguíneos. Se trata de una zona muy susceptible a sufrir irritación y reacciones alérgicas. Cuando un agente irritante entra en contacto con los párpados, puede provocar dermatitis, quedando la piel fácilmente lesionada.

Las personas que padecen dermatitis atópica son más vulnerables a algunos factores que desencadenan la aparición de la misma al entrar en contacto con los párpados, tales como productos químicos presentes en detergentes y jabones, el cloro de la piscina, componentes de las formulaciones para el maquillaje de los ojos, etc.

De todos los elementos que pueden desencadenarla, el más frecuente y alergénico es el níquel presente en muchos cosméticos para los ojos e incluso en las lacas de uñas.

En las personas con dermatitis atópica es muy frecuente la presencia de una dermatitis fisurada en los párpados por irritación mecánica, bien porque se frotan el ojo, bien porque las características de la piel del atópico hacen que ésta sea más sensible a la acción de distintos irritantes.

Tratamiento y prevención

Para prevenir su aparición se recomienda seguir algunos consejos:

  • Limpiar los ojos 1 o 2 veces al día con productos hipoalergénicos, respetuosos con el pH de la piel.
  • Evitar rascar la zona de los párpados. Es mejor lavarla suavemente y utilizar hidratantes calmantes específicamente diseñados para esta zona.
  • Lavarse las manos habitualmente, sobre todo después de estar en contacto con sustancias que pueden producir alergia.
  • Evitar los cambios bruscos y extremos de temperatura.
  • Mantener la piel de los párpados hidratada.
  • Lavar la ropa con jabón neutro, evitando el uso de los suavizantes.
  • Utilizar maquillaje y cosméticos recomendados para pieles sensibles.